El término «Anfitrión» se utiliza para designar a aquella persona que nos recibe en su hogar, asegurándose de que no nos falte nada. A lo largo de la historia, el concepto ha evolucionado y se ha expandido a muchos otros ámbitos. Por ejemplo, en el sector de la organización de eventos, el anfitrión desempeña un papel similar al de un patrocinador, velando por las necesidades de todos los asistentes. En este contexto, la aplicación del término que vamos a abordar se denomina: «Anfitrión Solar”.
Las nuevas comunidades de energía fotovoltaica están formadas por
un Anfitrión que genera energía para suministrar a los vecinos solares.
Aunque su nombre pueda evocar una conexión con temas galácticos, no se aleja mucho de la realidad. En una comunidad donde la energía fotovoltaica es la principal fuente de abastecimiento, los residentes se dividen en dos grupos: Los Anfitriones y los Vecinos Solares. Los Anfitriones son propietarios que disponen de una zona común con una cubierta especialmente destinada para la instalación de paneles fotovoltaicos (estos paneles proveen de energía a los llamados Vecinos Solares).
En un radio de 2 kilómetros, estos habitantes pueden disfrutar de la energía generada en la comunidad, permitiendo que múltiples puntos de suministro se beneficien de esta fuente renovable, creando así una red de suministro compartida en la que todos participan y se benefician. Las comunidades solares forman parte del innovador plan SMART SOLAR de Iberdrola, en el cuál, la inversión necesaria para la instalación corre a cargo de la propia compañía. De esta forma, se plantea a los clientes la oportunidad de disfrutar de la energía fotovoltaica sin necesidad de realizar un gran desembolso inicial.
No se requiere realizar ningún desembolso inicial ni comprometerse
con un plazo de permanencia.
Formar parte de esta red no implica compromisos a largo plazo y asegura un porcentaje de ahorro desde el primer momento, ofreciendo una solución eficiente y sostenible desde el inicio de tu participación. Iberdrola y el Anfitrión Solar se comprometen a mantener la comunidad solar durante un periodo mínimo de 15 años. Durante este tiempo, Iberdrola compensa al Anfitrión Solar a través de una cuota de alquiler previamente acordada en el contrato y le proporciona prioridad en el acceso a la energía generada dentro de su comunidad, lo que significa que disfrutará de un servicio preferente.
Este compromiso no solo asegura una sinergia a largo plazo entre ambas partes, sino que también fomenta la cooperación entre ellas. Hoy en día, las comunidades solares son el futuro de la independencia energética, impulsando así un cambio positivo tanto a nivel individual como colectivo.