Con el aumento de las temperaturas, propias de estos meses del año, el uso de nuestros equipos de aire acondicionado es también mayor, y con ello el consumo de energía y de nuestra factura de la luz. Como ya sabes, en Canared te ofrecemos los mejores planes de ahorro, como el Plan Verano, pero además queremos ayudarte a realizar un consumo más eficiente, para mejorar la salud de tu bolsillo y la del planeta.
En primer lugar debemos definir el punto de partida, ¿cuanto consume mi equipo de aire acondicionado?. Un dispositivo de de 2000W de potencia consumirá 2kW a la hora. Realizando una valoración estimada a partir de un precio de 0,15€/kW, un aparato que esté funcionando durante toda una calurosa noche de verano repercutirá un coste de 2,5€, de ahí la importancia de aplicar medidas para la reducción del consumo de estos aparatos.
A continuación te contamos varios trucos y consejos para que realices un uso más racional y efectivo del aire acondicionado.
Etiqueta de eficiencia energética
Un equipo más eficiente es aquel que genera un mayor rendimiento con un menor consumo eléctrico, la unidad de medida es el SEER (Seasonal Energy Effiency Ratio o escala de verano). Cuantos más kilovatios se generen por cada kilovatio consumido, más eficiente es un equipo. Un 2,0 de SEER indicaría que el sistema es capaz de producir 2 kW de energía de frío por cada kw de energía gastado.
En función de estos valores se aplica una calificación siendo la “A+++” la más alta y la “G” la más baja. Parece por tanto obvio que la mejor opción es decantarse por aquel dispositivo que tenga una etiqueta “A”. Si comparamos su eficiencia en relación a la calificación debemos saber que un equipo con la etiqueta “A+++”, produce un ahorro de energía del 40%.
Instalación
Para la instalación, entre otras variables a tener en cuenta, destacan dos: la ubicación estratégica y el lugar de instalación. La ubicación estratégica pasa por localizar un lugar que no esté demasiado alejado de la zona en la que queramos que tenga influencia, pero al mismo tiempo que no esté demasiado cerca y que no impacte directamente. Si se instala en un dormitorio, por ejemplo, se recomienda que el aire no esté orientado sobre la cama.
Respecto al lugar de instalación, debe ser una pared despejada, que aguante el peso del aparato, ubicándolo siempre a más de 2 metros de altura.
Una variable propia de la instalación que afecta al consumo es que los rayos del sol no incidan de forma directa sobre el equipo a ninguna hora del día, o mejor, que el lugar elegido sea sombrío.
Función eco
Los dispositivos más modernos incorporan la función eco. Activando está modalidad de funcionamiento podrás alcanzar un ahorro de hasta el 30% del consumo energético. Pongamos un ejemplo. Para un aire acondicionado que consuma 2kW/hora, durante 8 horas al día, tomando como referencia el precio de 0,15€/kW que indicábamos anteriormente, y para un uso diario, por ejemplo, en una oficina (22 días laborables al mes) tendría un coste mensual de 52,80 euros. Si activas el modo ECO, ahorrarías una tercera parte y pasarías a pagar unos 35,20 euros, un ahorro de 17,60 euros a final de mes.
Temperatura media
El control de la temperatura ayudará también a moderar el consumo energético. Se recomienda mantener la temperatura de tu aire acondicionado entre 20 y 25 grados en verano, y entre 20 y 22 grados en los meses de invierno. Por debajo de estos márgenes el equipo generaría un mayor gasto de electricidad, lo que provocaría que la factura de luz aumentara entre el 6 y el 8%.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) recomienda oscilar siempre entre estos rangos de temperatura, sin superar en ningún caso los 12 grados de diferencia con el exterior. El gobierno español, como parte de su estrategia para reducir la demanda energética, recomienda conservar la temperatura en 27 grados, siendo está la temperatura óptima de consumo.
Programar el aire acondicionado
Según varios estudios científicos los aires acondicionados tienen a reducir la humedad en el aire, lo que nos puede provocar sequedad en las vías respiratorias y la piel, y afectarnos negativamente. Una de nuestras recomendaciones para el uso nocturno es que programes las horas de funcionamiento, así estarás cuidando de tu salud además de ahorrar en tu factura de la luz.
Mantenimiento
El mantenimiento ayudará a que nuestro equipo funcione correctamente y en consecuencia el consumo se mantenga en los márgenes habituales. Las necesidades de estos equipos son sencillas, basta con limpiar los filtros al menos una vez al año. Para hacerlo únicamente necesitas agua y algún producto de limpieza. Es importante aclararlos bien y esperar a que estén del todo secos para volver a colocarlos.
Aislamiento de la vivienda
La optimización del consumo pasa por generar un corriente de aire fría y mantenerla, así lograremos ir reduciendo la temperatura de nuestro hogar o empresa. Para ello debemos minimizar la entrada de aire caliente que aumente la temperatura y haga a nuestros equipos trabajar en exceso, es por esto que el aislamiento es de vital importancia. Mantén las puertas y ventanas bien selladas y asegúrate que estén cerradas en todo momento.
Ventila la casa en las horas más frescas
Aunque en las horas puntas, en las que las temperaturas suben, el termostato de nuestro hogar es controlable únicamente a través del uso de nuestros equipos de aire, existen otros modos, más orgánicos, de ayudar a controlar los grados del interior reduciendo el consumo. Aprovecha las primeras horas de la mañana, y las noches frescas para abrir las ventanas y dejar que entre la brisa, que además en Canarias, siempre nos acompaña.
Además de todos estos trucos, no olvides asegurarte de tener la tarifa de luz adecuada y el plan que mejor se adapte a tus necesidades para este verano. Si tienes alguna duda o quieres ampliar información sobre nuestros planes a medida contacta con nosotros y nuestros asesores estarán encantados de ayudarte.